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Caninos, salud y responsabilidad ciudadana

En atención a la preocupación que han manifestado muchas personas vecinas de la delegación[OA1] Benito Juárez [U2] [U3] durante mis recorridos en las distintas colonias, decidí dedicar unas líneas de reflexión a un problema complejo: los desechos caninos en vía pública.

No existen datos certeros sobre el número[1] a de animales de compañía, específicamente perros que habitan en la ciudad de México,. Ccifras conservadoras señalan que hay alrededor de un millón doscientos mil perros sumando los que viven en la calle ymás los que habitan en hogares,. Sin embargo, llas Organizaciones de la Sociedad Civil aseguran que esl número esde canes es el doble.

Estos animales producen cotidianamente toneladas de excremento que al depositarse dejarlo en las calles se convierte en un verdadero problema de salud pública.

Las heces de perros al secarse producen múltiples parásitos, bacterias, hongos; quelos cuales, al ser arrastrados por el aire e inhalados por las personas, provocan enfermedades como: salmonelosis, leptospirosis, hepatitis A, dermatitis, entre otras muchas.

Existe una gran población de perros callejeros, (echados a la calle por personas que por alguna razón no asumieron su cuidado,) que defecan en las calles,. Ppero también muchas otras personas sacan a sus perros a defecar aen la calle, en parques, y jardineras con ela finalidad de evitar que “hagan” dentro de sus casas.

A pesar de que La ley de Cultura Cívica del Distrito Federal, indica que se castigará con una multa de 11 a 20 salarios mínimos o de 13 a 24 horas de arresto a las personas que no levanten el excremento de sus perros de la vía pública, lamentablemente, dado que la ley no se aplica por sí sola, no existen suficientes policías para agarrar sorprender eln flagrancia a quien viole la norma.

Sin duda una arista principal de este complejo problema es la irresponsabilidad de las personas dueñas de estos animales, no comprometidas con su cuidado: salud, esterilización, dispuestas a brindar un hogar y espacios adecuados y, por supuesto, en levantar sus heces.

La toma de conciencia sobre el problema de salud pública que representa las toneladas de excretasexcremento secoas de perros, inhaladas diariamente por cada una de las personas habitantes de esta esta ciudad, involucra el conocimiento pleno de las responsabilidades que implica tener un animalito de compañía y, por supuesto, el compromiso de asumirlas.

Si tienes un canino como animal de compañía, te invito a ser dueña o dueño responsable; empadronando al animal para abonar a una estadística sobre esa población que coadyuve, (a largo o mediano plazo, a tenergenerar una política pública para el cuidado animal) cuidar de su salud, apropiciar la participarción en las campañas para de prevención de riesgos, paraa conminar a los vecinos a ser responsables, haceriendo uso de los mecanismos ciudadanos y, en su caso, denunciar a quienes violen la norma.

Cabe destacar que, sobre este tema, ya es relevante ya la postura de vanguardia de la izquierda en el Distrito. Federal. sobre tema, eEn el 2014, la Asamblea Legislativa aprobó una iniciativa de ley que regula la crianza, venta y la tenencia responsable de animales domésticos de compañía en esta entidad y, el gobierno actual, ya propone iniciar con acciones de civilidad para avanzar en la solución del problema.

Con la mencionada ley y otras normas existentes, la Ciudad de México cuenta con un marco jurídico amplio y, ciertamente, de avanzada en el tema; no obstante, para afrontar la problemática, se requiere de cambios personales para construir ciudadanías activas, exigibles de derechos así como y responsablescomprometidas con sus de obligaciones. Es importante sensibilizarnos sobre el problema de salud –ambiental y asumir nuevas conductas para desarrollar hábitos responsables. El ser posesionarios de un animal de compañía, implica aprender a ser corresponsables en el cuidado de nuestro medio ambiente.

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