Ciudad de México, noviembre 23, 2024 05:33
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SINAPSIS / Modelismo en los túneles de Tlalpan

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores.

 

JUAN CARLOS PANTOJA MARTÍNEZ

Entre la estación General Anaya y San Antonia Abad de la línea dos del metro de la Ciudad de México, se encuentran treinta y cinco túneles a desnivel diseñados originalmente para el paso peatonal, aunque también solían ser espacios de refugio para indigentes y lugares propicios para la comisión de robos, violaciones, agresiones u otros actos trasgresores.

Desde el gobierno de la ciudad, a decir de un locatario, en 1994 se tomó la decisión de concesionar pequeñas áreas con fines comerciales y tratar de ordenar a vendedores ambulantes.

Al día de hoy, en estos desniveles encontramos, además de peatones, peluquerías, reparadoras de calzado, películas, fondas, regalos, jarcerías, cerrajerías, herrerías, imprentas, abarrotes, farmacias, café, arte urbano; y en el noveno túnel de sur a norte, en el perímetro de la delegación Benito Juárez, encontramos a Mario Palacios, diseñador gráfico de profesión, además de experto y apasionado por el modelismo, con poco más de 8 años en el túnel.

En su taller, de 2 por 2 metros cuadrados, literalmente no cabe un modelo más, sin embargo, Mario conoce cada cajita y lugar preciso de sus herramientas y pinturas. Casi a diario es visitado y acompañado por amigos, aficionados, aprendices o expertos quienes se entregan con pasión y esmero a esta actividad.

JCP: Mario, ¿qué es el modelismo?, ¿cómo llegas a él?, ¿qué te significa?

MP: El modelismo es una representación a escala de un aparato real, ya sea un avión, un tanque, un barco, un auto…

Creo llegué al modelismo desde que estaba en el jardín de niños, entonces veía a mi mí papá que armaba aparatos y como fui un niño asmático, en las épocas de lluvia, no podía ni salir a la calle, para que no tuviera estas ganas, me acercaban las cajas con los modelos.  Así que desde niño empezó, primero como hobby, que como cualquier otro, es apasionante; con el tiempo se convirtió también en una forma de trabajo.

JCP: ¿qué tan conocido o difundido es el modelismo?

MP: En México es un 50% menos conocido respecto a otros países, porque el equipo, los materiales, pinturas, el aerógrafo y el propio modelo resultan un poco caros, ya que todo es de importación y cuando sube el dólar se encarecen más.

JCP: ¿En tu opinión es una actividad para niños o adultos?

MP: Hay modelos para niños de 5 a 6 años, llamados snap, que significa juntar, se arman con tornillos o a presión, pero los modelos de nivel tres o cuatro, requieren más habilidad manual por ello participan más jóvenes y muchos adultos, que en tanto trabajan, tienen los recursos para comprar sus materiales, a mí mismo a veces me limitaban mis papás, cuando les pedía un modelo nuevo, me decían: “no, mejor zapatos, ropa, modelos ya tienes muchos”

JCP: ¿Cómo se clasifican los niveles que mencionas?

MP: El nivel 1 o 2 son para niños y principiantes, el nivel 3, 4, y en adelante, son categorías más serias, ya se es más experto y con más técnica, los modelos vienen con piezas de resina y son más fieles a la representación de lo real, en lo general son más complejos, para gente con más experiencia y habilidad.

JCP: Mario, me decías que eres diseñador gráfico…

MP: Si, pero no lo ejerzo, es la carrera peor pagada en México; como modelista tienes más ganancias que en el diseño. Antes de estudiar diseño, pintaba con pincel, pero era prohibitivo en un sentido económico y no se encontraban fácilmente los materiales. En la carrera llevé la materia de aerografía y tuve que adquirir uno, con ello digamos que el diseño enriqueció y le dio otro sentido a mi práctica como modelista, el acabado que tienes con esta herramienta no se compara con nada.

JCP: En la psicología a lo meticuloso también se le suele describir como un rasgo obsesivo, ¿qué tanto hay de ello en el modelismo?

MP: Creo que sí, o por lo menos, así son los modelistas que conozco, no nos conformamos con que quede algo regular, que esté como al 60 o 70%, tal vez cualquier persona no lo vea, pero uno si lo sabe y tiene que quedar perfecto, entonces si tenemos algo de obsesivo. Por ejemplo, en casa llegué a tener hasta 1600 modelos, hay personas que tienen 3 o 4 mil piezas, y la vida no te va a alcanzar para ensamblar, armar, pintar esta cantidad de modelos o acabarlos.

JCP: ¿Cuánto tiempo te lleva armar un modelo?

MP: Lo puedes acabar con calidad regular hasta en una semana, un buen acabado como para ponerlo en concurso, dos o tres meses.

JCP: ¿Cómo son los concursos?, ¿dónde o quiénes los realizan?

MP: Hay un gremio que se llama ipms, pero el gremio de modelistas no concuerda mucho con ellos por su forma de calificar. Hay un concurso anual y pueden hacerse en galerías, plazas, incluso en algún hotel de renombre, yo ya no voy tanto a concursos, porque si eres agremiado de imps, aseguras un premio, si no es así, no te llevas nada.

JCP: ¿Es el modelismo un arte, solamente una copia?

MP:  Es más artístico, manejas cosas que tienen que ver con la pintura, el aerógrafo, la ilustración y tiene también un aspecto cultural y educativo, porque si pintas un avión digamos de la segunda guerra mundial, lees la historia del avión, y si no te quedas sólo con eso, investigas y te enteras de qué ejército lo usó, para qué, cuáles fueron los frentes en que combatió, e indagas sobre sus avances tecnológicos, por ejemplo el avión  Messerschmitt empezó con un motor Rolls Royce y en esas épocas nacieron monstros con motores de BMW y VW, que hacen motores para avión como el Focke-Wulf, ambos de manufactura alemana.

JCP: ¿Recomendarías practicar el modelismo?

MP: Por su puesto si y sobre todo para personas o niños que tengan problemas de atención, o motrices, el modelismo hace que te concentres, que madures la motricidad.  El modelismo es un hobby que te da mucha cultura, no es una pérdida de tiempo, es parte de un crecimiento, le fomenta a una persona un sentido fino a las manos, los dos hemisferios del cerebro trabajan, el lado científico y el artístico, así que, si los papás ven a sus hijos en esto, no están perdiendo el tiempo, incluso tiene una orientación vocacional porque, aunque no dejen el modelismo se van a la historia, por ejemplo hay una anécdota y rumor sobre el Titanic, se dice que no fue el barco que se hundió, sino el Olimpic, que eran buques gemelos. El Olimpic tuvo un accidente con un barco de guerra y salió dañado, como el seguro no se hizo responsable, se dice que lo rebautizaron como Titanic y a éste como Olimpic, y entonces el navío dañado, es decir el Olimpic, es el que choca con el iceberg y se cobra el seguro, lo que nunca sabremos es si fue premeditado o en realidad accidente, todo esto es parte del mito que rodea al Titanic.

Otro mito es con el ataque a Perl Harbor, se decía que los norteamericanos sabían que ello ocurriría, pero no hicieron nada para evitarlo, lo dejaron continuar para así justificar el ataque a los alemanes y lanzar la bomba atómica.

Diles a las mamás que si su hijo toma este hobby no se preocupen, es muy sano y le abre muchas opciones, “ponte a hacer algo, has algo productivo, ya no pierdas el tiempo” etcétera, son expresiones que no caben para el modelismo.

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