Ciudad de México, noviembre 24, 2024 21:19
Francisco Ortiz Pardo Opinión

EN AMORES CON LA MORENA / Calores de noviembre

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Al lado de las mentiras del obradorismo están los engaños de un PRI que no cambia de naturaleza y personajes como Adrián que, en uso nato de sus demagogias, se vuelve objeto del deseo de la ‘4T’.

FRANCISCO ORTIZ PARDO

Y de repente volvieron los calores en Ciudad de México. De vuelta ya no al otoño, tras días de heladas que no parecían dejarse mover por el tablero político, hoy resulta que todo ha cambiado en los ambientes electorales capitalinos como en un verano candente. No sé si se pueda sostener que la renuncia de Adrián Rubalcava al PRI, por un berrinche por no haber obtenido, en realidad, el primer lugar de plurinominales al Senado por el Frente Amplio por México, pueda considerarse algo raro dado el oportunismo del político ha gobernado la demarcación de Cuajimalpa: del PRD al Verde y luego al PRI, falta ver si su corazón será seducido por alguna oferta de Morena o sus aliados.

Lo que sí no parecía estar en el guión es que en la alianza capitalina opositora –que jugará con el nombre de Va X la Ciudad de México— hayan despilfarrado el capital político que Morena regaló con la imposición de Clara Brugada y no haya sido capaz de refrendar a tiempo una precandidatura única que correspondía al PAN, solo por el acuerdo donde el partido azul le cedió este año al PRI la precisada candidatura a la gubernatura del Estado de México, además de la de Coahuila. Además, guste o no el PAN es la primera fuerza opositora en la ciudad, de acuerdo con los votos y el número de diputados locales y las alcaldías gobernadas.

De inequívoco estilo que ahora tira como una carambola en los partidos aliancistas, el líder nacional priísta Alejandro Moreno, Alito, pretendió chantajear para sacar alguna ventaja de la negociación y usó de escudo de la candidatura de Rubalcava. Así se llevó ese lugar número la lista al Senado… pero se lo guardó para sí mismo.   

Los costos de deslealtad de Alito a unos y otros, y las maromas de Adrián Ruvalcaba (donde desde una pista se dejó consentir por Santiago Taboada en el último informe del panista y tres semanas después brincó a otra para acusarlo de tener nexos con el crimen), son aptitudes del adivino. Contamos con el único dato de que, hasta ahora, según una encuesta de Rubrum, esa “fractura” le ha costado dos puntos a la alianza opositora en Ciudad de México durante los últimos días. Tal vez una nimiedad.

Pero más cierto y confiable es el beneficio de la inyección de vitaminas B a la tan escuálida candidatura de Clara Brugada. Por cortesía del PRI, justo al inicio de las precampañas, en afectación además de la postulación de Xóchitl Gálvez, donde los votos en esta ciudad son esenciales para ganar la Presidencia. Eso cuando Brugada ni siquiera resultó competitiva en su propio partido político, donde fue arrollada por Omar García Harfuch en las encuestas en que resultó “ganadora”.

Con el comportamiento tradicional donde lo que se pone sobre la mesa son nombres para repartirlos, ni siquiera puedo suponer si en Va X la Ciudad de México están en una revisión del asunto y dedicados a manejar la crisis, a pesar de lo obvio. Por no resolver tempranamente el asunto, como sucedió en Edomex y Coahuila, la oposición le compite a Morena en la percepción de que sus procesos internos no son democráticos. Y con todo eso, la encuesta de Rubrum publicada este mismo martes la separa apenas por 10 puntos de la coalición gobernante en la lucha por la Jefatura de Gobierno.  

Si los partidos políticos son un mal necesario en una democracia institucional, creo que a la vez son el obstáculo de esta, cuando no se nivela en las aspiraciones democráticas, de resistencia en estos últimos años, de la sociedad civil organizada y teñida de rosa en manifestaciones extraordinarias. Con personajes de probada honestidad como Emilio Álvarez Icaza y Amado Avendaño, el Frente Cívico no adelantó su respaldo a Taboada sino que se vio obligado a salir a apoyarlo en el momento en que el PRI y el PRD nos recordaron su mezquindad y la intención de sobreponer intereses personales al urgente rescate de la ciudad. El mensaje le llegó a Alito y le bajó dos rayitas. Pero su torpeza por ambición ya había provocado el daño.

La infame partidocracia sigue lacerando el porvenir aún cuando presenta en la oposición números rojos y las organizaciones civiles se han plantado como esa “marea rosa” para clamar como prioridad el destino de los mexicanos, su bienestar y sus libertades. No es para todos, claro está. Al lado de las mentiras del obradorismo están los engaños de un PRI que no cambia de naturaleza y personajes como Adrián que, en uso nato de sus demagogias, se vuelve objeto del deseo de la autonombrada 4T, donde se acepta de todo, hasta lo peor: “Las puertas siempre están abiertas”. Se podrá decir que en la política hay intereses, que no principios. Pero nadie imagina que en Estados Unidos anden brincoteando entre demócratas y republicanos o en España del PSOE al PP. No, nuestra política es endémicamente trágica y este país no tendrá remedio mientras no se encuentre la vacuna.

Una amiga me ha recordado que no podemos comparar a México con las democracias avanzadas porque nuestro régimen ya es “híbrido”, con su dosis de autoritarismo, según un índice del semanario inglés The Economist. Y sí, ese es el problema, no poder comparar nuestra transición con la de España (y ya vamos al revés), donde alguna vez el dolor hizo el milagro de retazar los mitos y las mentiras entre los más contrarios y dio por resultado una democracia funcional –donde lo funcional implica poder gestionar todos los defectos y todos los retos– que puso al país ibérico entre los liderazgos internacionales. En México, en esta ciudad, cada vez se abaratan más los derechos de la gente… y la dignidad.

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