Ciudad de México, noviembre 22, 2024 02:02
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DBJ: El saldo de la euforia

Durante la toma de posesión de Mario Palacios como delegado en Benito Juárez, prometió entre otras cosas 590 videocámaras de vigilancia por toda la demarcación y un centro de mando de la SSP. Prometió 3 unidades de protección ciudadana para las colonias con un mayor índice delictivo, además de 60 patrullas.


También prometió la instalación de cuatro pozos más para reducir el déficit de agua que tiene la Delegación y revisar los permisos de construcción que pudieran ser ilegales. Prometió, prometió, prometió. Es decir, le ganó la euforia.

Hoy la ciudadanía no quiere cuentas alegres sobre el presupuesto otorgado por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, pues si bien es cierto que esta Delegación solo tuvo un subejercicio del 10%, también es cierto que la gente en Benito Juárez, exige saber a qué programas o proyectos se les dio prioridad y cuáles son los resultados por los mil 60 millones de presupuesto que ejerció esta delegación para este año.

En sus informes trimestrales a los Comités Vecinales, parecen un chiste, dado que sólo se da a conocer “se hicieron X número de banquetas, se arreglaron tantas bancas de parques, camiones, se removieron ambulantes, se sembraron miles de árboles”, por citar algunos ejemplos. Algo que es muy preocupante es que no dicen cuánto costo y en dónde o para qué se hizo. Informes llenos de inconsistencias, nada transparentes. Todo pareciera que los vecinos somos los enemigos de la autoridad en esta demarcación.

A pesar de todo ello, una muestra más del desaseo administrativo es que existe un proceso en la Contraloría General del Distrito Federal, en contra de la Delegación por no entregar en tiempo y forma su informe de recursos etiquetados de 2010 para los proyectos de presupuesto participativo, como lo establece el artículo 13 transitorio del decreto de egresos para el ejercicio 2011.


Ahora todos los funcionarios están en actividades ajenas a su encargo, buscando una posición para los próximos procesos electorales sin importarles que aún todavía falta un año de gestión; no vemos ni trabajo, ni la rendición de cuentas de su labor. Pero la gente tiene memoria, tiene conciencia social y recuerda las promesas de campaña. Hoy nos damos cuenta que los índices de delincuencia no bajaron, por el contrario, según el informe del Secretario de Seguridad Pública se incrementaron desde el 11.9% hasta el 16.7%, lo cual indica que no tuvimos las prometidas videocámaras, ni el centro de mando ni las patrullas.

En cuanto a la instalación de los pozos para reducir el déficit de agua que padece nuestra delegación tampoco se hizo realidad pues cada día tenemos menos. No se me olvidó, eso hubiera querido, pero de los famosos pozos no hubo nada. En lo referente a las construcciones ilegales, existe un sinfín de denuncias contra las constructoras y que no han sido resueltas. Lamentablemente en el 90% de los casos la autoridad delegacional tiene mucho que ver, pues hay complicidad de las partes, tanto en lo legal como en la edificación.

Yo no le apuesto a que le vaya mal a un gobierno, porque es apostarle a que nos vaya mal a todos, por el contrario quisiera estar orgulloso de la delegación donde vivo, sentirme tranquilo, poder caminar a cualquier hora por las calles, sentarme en un parque, ver niños jugar fuera de peligro, pero ¿tú lo puedes hacer?

Yo creo en la participación ciudadana, en los vecinos, en la gente que vive en Benito Juárez. Creo que como habitantes de esta delegación que sufrimos y padecemos sus problemas a diario, podemos mejorar nuestro entorno. No cedamos en estar señalando en lo que no estamos de acuerdo, por el contrario sigamos participando para hacer juntos en Benito Juárez un mejor lugar para vivir.

*Vocero del PRI-DF
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