Ciudad de México, diciembre 9, 2024 01:50
Nancy Castro Opinión

Tren Maya: fractura en el ecosistema

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Un proyecto de la magnitud del Tren Maya, en el que hay grandes intereses de gran impacto económico, desarrollo urbano, ambiental y social, en un área  reservada precisa de una planificación rigurosa; no solo se ha puesto en riesgo las seis mil 659 hectáreas taladas sino el incumplimiento en los pagos a los trabajadores.

POR NANCY CASTRO

Se escuchaba hablar del Tren Maya hace algunos años. “Se acortarán las distancias entre los estados de la península como Chiapas, Quintana Roo, Tabasco, Yucatán” decían los profesionales implicados en el proyecto. “Va traer luz y progreso, será un tren que  facilite el transporte de mercancías, la terminal aérea de Cancún puede capitalizar la carga que se moverá vía férrea desde el resto de los estados de la península para exportación de mercancías, pero también como centro captador de importaciones a bajo precio desde países asiáticos” dijo Sergio Leon Sergio León,  representante de Americas Alliance en Quintana Roo en febrero de este año, donde estuvieron representantes de 60 países que produjeron 800 reuniones de negocios para intercambiar información sobre las posibilidades de intercambio comercial, principalmente con el continente asiático. El empresario detalló que existe interés de empresas de ese continente por adquirir productos alimenticios que se producen en Quintana Roo, como hortalizas, pero también otras materias primas como mármol y demás materiales de construcción,  después de ser inaugurado el Tren Maya el 15 de diciembre de 2023, la ruta  Mérida-Cancún.

El tren pretende unir las principales ciudades de la región, con cuarenta y dos trenes qué, se estima, transportarán hasta tres millones de pasajeros al año, y así redistribuir los flujos turísticos que actualmente se concentran en la costa para fomentar el desarrollo de una región históricamente desatendida por el Estado.

Las perforaciones, aparte de violentar el agua potable están dejando estragos notables de contaminación…”

La ruta utiliza trenes de la empresa francesa Alstom, el X’Trapolis Tsíimin K’áak, los cuales son construidos en Ciudad Sahagún, Hidalgo.

La construcción de la ruta comenzó en junio de 2020 y fueron inaugurados por tramos:

–El 15 de diciembre de 2023, Campeche-Mérida-Cancún. 

–El 31 de diciembre de 2023, Cancún-Palenque.

–El 29 de febrero de 2024, Cancún-Playa del Carmen

Está programada la inauguración del tramo:

–De Escárcega-Chetumal,   en agosto de 2024

–De Playa del CarmenEscárcega, en septiembre de 2024.

Sin embrago un proyecto de la magnitud del Tren Maya en el que se manifiestan varios intereses de gran impacto económico, desarrollo urbano, ambiental y social, en un área  reservada precisa de una planificación rigurosa, no solo se ha puesto en riesgo las seis mil 659 hectáreas taladas sino el incumplimiento en los pagos a los trabajadores.

En la carretera Xul-Ha a Bacalar desde que inició el proyecto centenas de trabajadores denuncian tanto las irregularidades en las maniobras como en la falta de pago, por lo que han realizado bloqueos constantes y manifestaciones como el que ocurrió el 29 de julio cuando 25 empleados argumentaron que en repetidas ocasiones intentaron dialogar con autoridades federales y hartos de las promesas incumplidas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), decidieron tomar esta medida como protesta por lo que colocaron material de construcción en la vía federal para impedir el paso de vehículos. Argumentan que de no pagarse los montos que se deben el bloqueo continuará en esta zona, donde ya pueden verse kilométricas filas vehiculares debido a que el paso está cerrado.

La gobernadora de Quintana Roo aseguró que el Tren Maya impulsa el bienestar social y la prosperidad compartida, principalmente en las comunidades mayas que estuvieron en el olvido y con quienes se tiene una deuda histórica.

En la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador de este lunes 12 de agosto en Palacio Nacional, Mara Lezama destacó los beneficios que aporta el Tren Maya para los quintanarroenses en el tramo 5, que va desde Cancún hasta Tulum, atravesando toda la Riviera Maya. No obstante activistas e informes oficiales dan cuenta del derrame de cemento en el acuífero maya, la perforación de al menos 122 cavernas y cenotes, la tala de 3 millones 505 mil 90 de árboles sólo en este tramo, y el desplazamiento de especies animales en la zona. 

Además, las autoridades comenzaron el tramo 5 sin una Manifestación del Impacto Ambiental (MIA) y sin contar con la autorización en materia de Cambio de Uso de Suelo en Terrenos Forestales. 

Los activistas ambientalistas de la zona denuncian el proyecto como el peor ecocidio del nuevo Milenio, “no sé a quíén se le ocurre reactivar el sur haciendo un ecocidio sin plan de impacto ambiental, destruir el sistema hídrico del subsuelo más grande de Norteamérica, destrucción de áreas supuestamente protegidas, militarizarlo y que opere en pérdidas. Porque el transporte turístico en tren es rentable en japón unicamente, no sé cual fue el proceso mental de pensar que fue buena idea mas allá que el beneficio económico a corto plazo”

De acuerdo con el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda, 2018), el Tren Maya presenta un dilema complejo entre los beneficios económicos y la sostenibilidad ambiental y social, si bien mejora en la conectividad y el impulso al turismo pueden tener impactos positivos en la economía, las desventajas ambientales y sociales en la región maya son significativas y devastadoras. La deforestación, la afectación a áreas protegidas, la amenaza a la fauna y el desplazamiento de comunidades.

AMLO se jacta de decir  que se cuidaron cenotes, cuevas, ríos subterráneos y la fauna al construir el tramo 5,  pero está documentado el daño ambiental por esta obra. El segmento más frágil de todo el trazado corresponde al tramo 5 sur que comienza en la estación de Cancún Aeropuerto y termina en la estación de Tulum, pasando por Puerto Morelos y Playa del Carmen, con esta ruta el tren pasa por el sistema de cavernas subacuáticas  llamado Sac Actún, uno de los sistemas de cuevas que descargan agua dulce hacia el Mar Caribe, del que se derivan más de 220 cenotes en la zona. Representando la cueva sumergida más larga del planeta Tierra.

“Los buzos reportan que llegan a escuchar el paso de los vehículos sobre la carretera cuando las cuevas se intersecan con el trazo de esta, lo que puede dar una idea de lo delgada que puede ser la capa rocosa sobre la que se asienta actualmente la carretera” , aseguran miembros de la Manifestación del Impacto Ambiental la MIA sobre Sac Actún. 

A principios del 2024, activistas denunciaron la perforación de cavernas y cenotes en este tramo, aseguraron que AMLO mintió respecto al cuidado de estos espacios. Las perforaciones del tramo 5 llegan al gran acuífero maya, la única fuente de agua potable de la península de Yucatán. Las perforaciones a parte de violentar el agua potable están dejando estragos notables de contaminación; el 5 de febrero se denunció el derrame de cemento en las cuevas Garra de Jaguar en Quintana Roo. Se han registrado: la perforación de al menos 122 cavernas y cenotes, la tala de tres millones 505 mil 90 de árboles sólo en este tramo, y el desplazamiento de especies animales en la zona. 

“Las autoridades comenzaron el tramo 5 sin una Manifestación del Impacto Ambiental (MIA) y sin contar con la autorización en materia de Cambio de Uso de Suelo en Terrenos Forestales. Todo el trazo del Tren tiene grandes afectaciones al medio ambiente. En los tramos 5, 6 y 7 estos daños son irreversibles e ilegales. El tren no va a atraer ningún desarrollo que compense el daño. A parte de que no son dueños de los terrenos en muchos casos”, dijo José Urbina, miembro del Colectivo Sélvame del Tren.

Activistas en Greenpeace México,  han analizado el impacto de los tramos 5, 6 y 7, y su mayor preocupación es que pasan por áreas naturales protegidas, como la reserva de la Biosfera de Calakmul y la zona de Balamkú, con muchas especies endémicas, entre ellas está el jaguar, el tapir, el loro yucateco y el ocelote.

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