Se consuma el engaño de Jorge Romero: No sólo permitió la tala en Pilares 430 sino que ahora tolera la construcción de un edificio… ¡de diez pisos!
La trama del predio de Pilares 430, en la colonia Del Valle, donde hace 15 meses se generó un insólito movimiento en el que vecinos se encadenaron a los árboles para impedir que fueran derribados, terminó en un engaño burdo del jefe delegacional Jorge Romero Herrera:
Primero fue incapaz de cumplir su palabra de prohibir la tala de árboles y su gobierno autorizó el derribo de 13 ejemplares que “estorbaban” a la obra; luego sus funcionarios acordaron con los empresarios la construcción de unos pisos adicionales sin alterar el número de metros cuadrados permitidos y finalmente el edificio no tendrá cuatro ni cinco ni seis pisos… ¡sino diez!
El abuso, a la sombra de la autoridad delegacional, va contra el uso de suelo permitido en la zona, que es de cuatro niveles como máximo. Con ello se pone al descubierto la simpatía de Romero por los desarrolladores, mientras no ha demolido –como prometió— una sola construcción irregular en la demarcación juarense.
De la exigencia original de los vecinos, que consistía en salvar todos los árboles del predio, e incluso que se convirtiera el lugar en un parque, sólo se consiguió –faltaba más– que no fuesen talados una palmera, un fresno y una jacaranda al interior del predio, así como cinco fresnos en el exterior (por lo demás una especie protegida como “monumento urbanístico” en la Ley de Salvaguarda del Patrimonio Urbanístico y Arquitectónico del DF). Y todo para dar gusto a los constructores.
Cual si fuese broma, a la torre de departamentos la anuncian con el nombre de La Palma. Ante el incumplimiento de Romero, la organización Vivan los Árboles, que encabezó el movimiento, sospecha que incluso los árboles sobrevivientes puedan ser derribados a la menor distracción de los vecinos y ya alertan sobre ese riesgo a través de las redes sociales. (En la foto, la torre de diez pisos en Pilares 430).
