Arruinan fachada de última casa de adobe de Tlacoquemécatl Del Valle; fue la escuela del pueblo originario
La fachada de una casona magnífica en Tlacoquemécatl del Valle –la última de adobe que sobrevive a la hecatombe del negocio inmobiliario y “modernizador” en esa colonia— fue afectada con recubrimiento blanco sin que autoridad alguna lo impida, tal como es costumbre con los inmuebles patrimoniales a lo largo y ancho de la Delegación Benito Juárez.
La edificación centenaria –ubicada en la esquina de las calles Millet y Manzanas– albergó la escuela primaria del pueblo originario de San Lorenzo Xochimanca, llamado así porque justo frente a este inmueble se encuentra la iglesia colonial dedicada a San Lorenzo Mártir, construida a instancias de los frailes franciscanos en el siglo 16.
En los últimos días, la autoridad delegacional ha dado muestras de desprecio al valor cultural y artístico de este entorno. Por un lado intervino ilegalmente el parque de San Lorenzo, donde se encuentra el templo, con confinamientos para perros (eso está prohibido por la Ley de Salvaguarda del Patrimonio Urbano y Arquitectóncio, que considera el lugar un Espacio Urbano Monumental y por tanto no se puede alterar ni su vocación recreativa ni su aspecto).
Por otra parte permite la instalación de comerciantes informales que venden comida, que han permanecido allí por más de un mes, sin dar explicación alguna a los vecinos.
Ahora la autoridad resulta omisa frente a la alteración de la fachada de la última casa del pueblo, que ha conservado prácticamente sus aspectos originales desde hace décadas, aun cuando ahí funcionaron diferentes negocios a lo largo del tiempo.
Los nuevos inquilinos, en vez de aprovechar la belleza original y pueblerina de la fachada –hoy un estilo tan de moda, por cierto–, tuvieron la ocurrencia de imponer sobre los ladrillos rojos otros simulados en blanco, que anulan los detalles de su arquitectura, como los remates en forma de arco que tienen sus accesos.
