El parque de las tres placas
En 1992 se dio al de Tlacoquemécatl, en Benito Juárez, el nombre de ‘Jardín de los Colores’.
En este parque, sede de la parroquia del Señor del Buen Despacho, se conservan tres placas conmemorativas.
STAFF/LIBRE EN EL SUR
Muchos los conocen todavía como Jardín del Arte. Sin embargo, su nombre oficial es Parque Tlacoquemécatl, en alusión obvia a la colonia en la que está ubicado, en el perímetro de la hoy alcaldía Benito Juárez.
Dicho jardín, –cuyos andadores acaban de ser remodelados con loseta de materiales prefabricados, similares a los empleados en la remodelación de las aceras de la avenida Insurgentes Sur–, tiene entre otras la singularidad de ser sede del templo del Señor del Buen Despacho, hoy parroquia, donde se venera un cristo que data de tiempos de la Colonia.
“Aunque existen diversas versiones, la mayoría coinciden en que el Cristo que preside dicha parroquia recibió el nombre de Señor del Buen Despacho, ‘por la rapidez’ con que respondía a las peticiones de quienes, desde 1648, iban a rezarle a la Catedral de la Ciudad”, nos ilustra la periodista Patricia vega, colaboradora de Libre en el Sur.
A raíz de una resiente restauración practicada a la imagen, los especialistas explicaron el procedimiento a que fue sometida el Cristo, que data de entre 1610 y 1630. También se pudo comprobar que está hecho de madera de árbol de colorín y que es sumamente ligera: pesa apenas 14.7 kilogramos.
Además, a los pies del Señor del Buen Despacho se conserva una piedra labrada de origen prehispánico que fue hallada durante las excavaciones para la construcción del actual templo ubicado en el parque Tlacoquemécatl de la colonia del mismo nombre, a mediados del siglo pasado.
Se trata de un “cuauhxicalli” (cuauhtl = águila y calli = casa: la casa del águila), recipiente utilizado por los aztecas para colocar los corazones de los humanos sacrificados en ceremonias de las que existen diversos registros históricos. Fue descubierta e identificada en 1982 por la arqueóloga Ángeles Segura.
Pues bien, en ese Parque Tlacoquemécatl existen tres placas alusivas a hechos significativos, absolutamente disímbolos entre ellos.
En una de ellas, instalada en el extremo del jardín que colinda con la calle de Moras, se hace alusión a la instauración en 1992 del llamado Parque de los Colores, cuya presidenta fundadora fue la señora Justine de Tinajero Ayala.
Ella fue la principal promotora de la creación de un espacio dedicado a que los pintores de la zona expusieran cada domingo sus obras, “brindando así un espacio de esparcimiento y convivencia y familiar”. La placa fue instalada en julio de 2010.
Hacia el centro del parque se ubica sobre un pedestal de cemento una placa-monumento al compositor Carlos Gardel, dedicado por “los tianguistas de México” con motivo del primer centenario del nacimiento del extraordinario músico, autor de Volver, Caminito y Adiós muchachos entre muchos otros tangos.
La placa tiene la fecha del 11 de diciembre, inscrita entre los años 1890 y 1990. La placa de bronce tiene en relieve el rostro del cantante, compositor y actor de cine nacionalizado argentino, fallecido en 1935.
Finalmente, una tercera placa, ubicada como la primera en el extremo poniente del parque, expresa el testimonio de la del Grupo II de la Asociación de Scouts de México, al reconocer que ese Jardín del Arte como su sitio de reunión. La placa fue devela el 12 de noviembre de 2012, con motivo del 80 aniversario de esa agrupación (1931-2011).
Por lo demás, el bello Parque de Tlacoquemécatl, cuya vegetación se mantiene ahora en buenas condiciones (auqnue merecerían una mayor atención), es un remanso en el que adultos mayores pueden pasear y los niños divertirrse en los juegos infantiles que ahí existen. El nombre de Jardín de los colores es hoy sin embargo una simple referencia histórica.
Está ubicado entre las calles de Adolfo Prieto, Pilares, Moras y Tlacoquemécatl, a una cuadra de la avenida Coyoacán y a tres del Eje 7 Sur Félix Cuevas.
